Hoy vamos a hablar de un tema que se aleja mucho de lo habitual en este blog, como es hablar de Comida y Sexualidad. Sé que muchos pensareis que poco o nada tiene que ver el sexo con la comida, pero… ¿de verdad creéis que tienen tan poco que ver?.
En este post quiero mostraros que si bien existen juegos eróticos y practicas sexuales que implican comida, el Sexo y los Alimentos han estado relacionados desde que el mundo es mundo, y que para todos nosotros de una manera u otra la comida y la sexualidad se dan la mano en más ocasiones de las que nos hemos llegado a percatar, ¿creéis que no?.
¿Cuántos de vosotros habéis preparado una cena en casa para agasajar a vuestra pareja y disfrutar de una noche “romántica”? o ¿cuántos habéis llevado a esa persona especial a un restaurante delicioso para disfrutar de una cena y algo más?, muchos ¿verdad?, y ¿cuantos de vosotros habéis tomado una botella de cava o de champan con unas rotundas fresas junto a esa persona?… ¡veis como si!.
La sitofilia es la práctica (fetichismo) sexual que mezcla comida y sexualidad, esta práctica en sí no tiene porqué llevar unida una relación sexual ya que también se asocia a tomar los alimentos del cuerpo de la pareja o de otra persona, como por ejemplo el nyotaimori (?????), literalmente “presentación en cuerpo de una mujer”, es la práctica tradicional de Japón que consiste en comer sushi o sashimi presentado sobre el cuerpo desnudo de una persona (Nantaimori (??????) es el termino para hacerlo de un hombre), prometo hablaros más de esto otro día porque es realmente interesante. También encontramos su variante con la bebida, generalmente alcohólica, y que se denomina body shot (trago del cuerpo) y que consiste en beber directamente la bebida vertida en el cuerpo de otro. Y por supuesto se asocia al uso de alimentos para masturbarse.
Los alimentos afrodisíacos por su parte son conocidos desde tiempo inmemorial por todas las culturas del planeta, por aquí ya os he hablado de las Especias Afrodisíacas en otra ocasión, estos alimentos y sus propiedades han variado a lo largo de las épocas en las diferentes culturas y podemos encontrar alimentos de todo tipo como el chocolate, las ostras, los higos, la manzana, la trufa, las fresas, la miel, el aguacate y otros muchos, muchos más. Pero también podemos encontrar infinidad de “guarrerías” potencialmente dañinas además como, el polvo de cuerno de rinoceronte, por el que siguen muriendo miles de estos animales en África; la mandrágora (es un estupefaciente), la Mosca española que es un brillante escarabajo verde del sur de Europa que le costo al famoso Marques de Sade ser encarcelado por envenenar a sus invitados a una orgía en la que la espolvoreó su polvo sobre el chocolate… y así, hasta el infinito y más allá.
Si bien la tradición oral ha sido la principal precursora de las maravillas de estos afrodisíacos, la literatura y el cine en nuestros días, es donde podemos encontrar comida y sexo por doquier.
Entre la literatura quizá es donde más referencias encontramos ya que tenemos desde libros de historia en los que se cuentan los excesos sexuales de personajes como Cleopatra y su afición a las ostras, Calígula quien disfrutaba de introducir determinados alimentos en el sexo de sus amantes antes de poseerlos, Isabel II glotona en el más amplio sentido de la palabra, o el ya mencionado Marques de Sade y sus inventos gastronómico-sexuales en sus orgías, también encontramos libros como el “Kamasutra” o el “Ars Amatoria” de Ovidio llenos de referencias sobre el uso de los alimentos que aumentan el vigor y el deseo, y finalmente libros con escenas más o menos sexuales con comida de por medio, como en “Lolita” de Nabokov en la que se describe con primor a la protagonista comiéndose un plátano.
La imaginería del cine contiene escenas más o menos explicitas en las que la comida y el sexo se dan la mano, algunas de estas incluso se han convertido en escenas icónicas que pueblan las fantasías de más de uno, como Salma Hayek dejando correr el tequila por su pierna hasta la boca llena con su pie de Tarantino en “Abierto hasta el amanecer”, la famosa escena de la receta de las codornices con chocolate y pétalos de rosas donde acaban jadeando todos los comensales de “Como agua para chocolate”, en “El Imperio de los Sentidos” o el “Sabor de la sandía” disfrutamos explicitas escenas con un huevo en la primera y una sandia en la segunda de lo más perturbadoras, y siguiendo con las sandias tenemos una muy detallada escena en “Stella cadente” en la que un joven y bello ayudante de cámara del Rey Amadeo de Saboya se masturba con una de estas sonrosadas y jugosas frutas, en “Nueve semanas y media” hay un festival de comida y bebida en una de las escenas más tórridas del cine, y que decir de esa preparación del pan en “El cartero siempre llama dos veces” de la que se ha llegado a decir que fue una escena real entre Nicholson y Jessica Lange, por no hablar de la mantequilla de “Un tranvía llamado deseo” y muchas, muchas más.
Como veis, a veces, comida y sexualidad son elementos íntimamente relacionados y que son, como siempre, elementos de un juego al solo nosotros podemos decidir hasta donde jugar, y finalmente os dejo una frase del Marques de Sade que creo que viene, a pedir de boca…
?Mi opinión en lo que se refiere al placer es que hay que emplear todos los sentidos??
¡Qué disfrutéis!
Lo encontré 🙂 ¡Qué interesante, la verdad! ¡Me ha gustado mucho Sara!
Me alegro muchísimo que te haya gustado y mil gracias por enlazarlo ???