Hoy os traigo una receta marroquí deliciosa y muy sencilla de hacer, la Harira, una sopa contundente y con un sabor delicioso perfecta para estos días de frio.
La Harira se prepara en todo el Magreb durante el Ramadán, principalmente porque es una sopa contundente y calórica perfecta para recuperarse después del ayuno. La Harira es sin duda el segundo plato más conocido de la cocina de Marruecos después del Cous-Cous.
La Harira se consume como si fuera un entrante, una forma de romper el iftar (romper el ayuno), y muchos marroquís suelen tomar la sopa y después un vaso de leche o dátiles, incluso algún pastel, luego se toma un tiempo para charlar y ya se “ataca” el plato principal que suele ser un plato de cous-cous o un tajín y después se picotean pasteles y otras delicias muy contundentes.
Existen dos variedades de Harira, la bidaui y la marraquechia (clásica), la base de ambas son los garbanzos, las lentejas y la carne, lo que marca la diferencia son las verduras y hortalizas que se puedan echar. Por supuesto el toque de una buena Harira lo dan las especias y cada “maestrillo tiene su librillo” o lo que es lo mismo en cada casa se hace al gusto de sus habitantes.
La receta de la Harira que os voy a poner aquí es la de la Harira marraquechia, y que espero que os guste tanto como a nosotros en casa:
- 100 gr. de lentejas o garbanzos (50 gr. de cada si lo hacemos con ambos)
- 100 gr. de carne de cordero o de ternera troceada y algún hueso
- 1 cebolla mediana pelada y cortada a trocitos pequeños
- 1⁄2 kg. de tomate
- 1 cucharadita de Cúrcuma
- 1 cucharadita de Canela de Ceylan molida
- 1 cucharadita de Jengibre molido
- 1⁄2 cucharada de Pimienta negra Tellichelly molida
- 3 hebras de Azafrán
- 1 ramillete de perejil picado (100 g) y de cilantro fresco y picado (20 g)
- 2 cucharadas soperas de harina
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen
- 1,5 l de agua
- Sal al gusto
- Ponemos a calentar el agua en una olla y añadimos la carne del cordero, los huesos, las lentejas o los garbanzos (o ambos), la cebolla, la pimienta, la canela, el jengibre, la cúrcuma, el azafrán y sal al gusto.
- Tapamos la olla y dejamos cocer a fuego moderado durante media hora.
- Mientras pelamos y troceamos los tomates y los sofreimos en una sartén con aceite durante 10 minutos a fuego lento, cuando esté lo añadimos en la olla y dejamos cocer otros 25 minutos.
- Finalmente diluimos la harina en un vaso de agua (templada), no tienen que quedar grumos y la añadimos a la olla junto con el cilantro, el perejil y rectificamos de sal.
- Seguimos removiendo de vez en cuando y dejamos cocer 10 minutos más, cuanto esté destapamos la olla y dejamos que reduzca sin la tapa 5 minutos más.
- Se sirve muy caliente y a veces se acompaña con arroz blanco cocido a parte.
- Se le puede añadir un chorrito de limón si se desea en el plato ya servido.
¡Qué aproveche!
Excelente!!
Me ha encantado. La voy a hacer.
Voy a revisar las especias que tengo…..
Gracias
Ya estás tardando ;p