Las Trompetas de la muerte (Craterellus cornucopioides), también se conoce como trompeta de los muertos, trompeta negra o trufa de los pobres, es una seta de aspecto poco atrayente pero es verdadera delicia gastronómica que crece en los suelos húmedos de los bosques de hayas y robles.
Su forma de trompeta o de embudo, posee un sombrero amplio, ondulado y elástico, tiene una textura suave y fina, su color va del gris ceniza al negro azulón.
Se puede consumir fresca entre finales del verano y hasta mediados de otoño, si bien es una seta perfecta para preparar en conserva o deshidratada, tanto entera como en harina, conservando todo su aroma e intenso sabor, que se potencia con el secado, que recuerda a la trufa negra.
Esta seta es perfecta para aderezar guisos de carne, arroces y risotos, pastas, panes e incluso postres. La harina de trompetas es ideal para preparar croquetas, salsas y cremas de forma rápida y en cualquier época. También es perfecta para preparar vinagres y aceites aromatizados o sales. Muchas personas utilizan las harinas de setas para dar sabor a los platos reduciendo la cantidad de sal.
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