Hoy os traigo la receta del Falafel (???????), uno de los platos más conocidos de la gastronomía árabe junto con el Hummus, una receta que hará que los más pequeños, no muy dados a comer verdura, devoren estás deliciosas “croquetas” veganas.
El Falafel lo podemos encontrar en todo el Oriente Medio y según la zona se prepara con habas, garbanzos o una mezcla de ambos que incluyen hierbas aromáticas y especias. El origen y el nombre del que proviene este plato, al igual que todos esos platos que se remontan a cientos de años atrás es incierto ya que muchos sitúan su origen en el Antiguo Egipto, otros sin embargo lo hacen en la India, en cuanto al nombre unos creen que su proviene del verbo árabe “falfala” que significa condimentar y otros que su nombre proviene de la palabra palabra ???? (filfil), que significa pimienta/o pero yo me decanto más por la primera opción en ambos casos.
El falafel se toma a cualquier hora del día, desde el desayuno a la noche y sobretodo para picar, por lo que es habitual encontrar la masa de falafel en la nevera lista para preparar. Es una alimento completo, con muchas calorías y de precio muy barato lo que lo convierte en el sustento de muchas familias con escasos recursos, aun que quien a disfrutado de un autentico falafel bien condimentado sabe que es una autentica delicia.
Podemos disfrutar de un falafel simplemente acompañado de una deliciosa salsa de your (pepino, ajo y yogur) o con hummus, aunque a mi esta opción me resulta un poco pesada, también puede acompañarse en un plato con tomate, lechuga, pepino, cebolla y Baadunseih (salsa de tahina y perejil) o bien metiendolas dentro del pan de pita (pan árabe) con todo lo anterior.
Como todos los platos y recetas, el falafel tiene sus trucos y la mayoría que hayáis intentado hacerlos alguna vez os habréis encontrado con el mismo problema y es que si no sabes “apretar” las croquetas con arte se desmoronan al echarlas en la sartén, igual que cuando preparas kibbeh (croquetas de trigo rellenas) hay mitos que dicen que son las manos de las mujeres sirias las que mejor las preparan, pero si no tenéis origen sirio nada mejor que un poco de harina de garbanzos para que la mezcla quede perfectamente unida.
Si tenéis “síndrome de Diógenes cocinil” os diré que este extraño chisme es un molde para hacer las croquetas de falafel perfectas, los venden en Amazon, solo tenéis que buscar “moldes para falafel”.
Y sin más dilación os dejo la receta de los Falafel, espero que os gusten:
- 1⁄4 kg de habas
- 1⁄4 kg de garbanzos
- 2-5 dientes de ajo medianos (al gusto)
- 2 cebollas de tamaño mediano
- 1⁄2 vaso de perejil fresco y triturado
- 1⁄2 vaso de cilantro fresco y triturado
- 2 cucharaditas de sal
- 2 cucharadas de harina de garbanzos
- 1⁄2 cucharadita de Pimentón de la Vera Picante
- 1⁄2 cucharadita de bicarbonato
- 1⁄2 cucharadita de pimienta negra molida
- 1⁄2 cucharadita de Comino en polvo
- 1⁄2 cucharadita de Canela cassia en polvo
- 3 cucharadas de levadura química
- Aceite de girasol para freír
- 2 vasos de agua
- Ponemos a remojo la noche de antes las habas y los garbanzos (al menos 12 horas).
- Pelamos y picamos la cebolla y el ajo y reservamos.
- En un robot de cocina o un baso grande para triturar ponemos la cebolla, el ajo, el perejil, el cilantro, las habas y los garbanzos y los trituramos hasta obtener una masa grumosa.
- Cuando esté listo añadimos la sal, el pimentón, la pimienta, el comino, la canela, el bicarbonato, la harina de garbanzos y la levadura y lo amasamos bien con una cuchara hasta que quede bien mezclado, cuando esté ponemos un papel de film y lo reservamos en la nevera durante 1 o 2 horas. Si vemos que la masa no queda consistente podemos añadir un poco más de harina de garbanzos.
- Para hacer las croquetas podemos usar dos cucharas, las manos o un molde para falafel, de forma que haremos pequeñas bolas que aplastaremos hasta tener la forma deseada (es mejor que las croquetas de falafel no sean gruesas por lo que es mejor hacerlas aplanaditas).
- Cuando tengamos las croquetas ponemos en una sartén honda el aceité de girasol y las vamos echando cuando el aceite esté hirviendo y las sacamos cuando estén doraditas, dejándolas escurrir sobre un papel de cocina.
¡¡¡Qué aproveche!!!!