Bueno pues ya ha terminado una nueva edición de Masterchef, esta era ?Celebrity?? y ahora que los ánimos están más calmados y se puede hablar de cómo ha ido la cosa, nos metemos nosotras en harina que ya le teníamos ganitas al asunto.
Sí, juntan a un grupo de famosos y se montan una nueva versión del programa. Hay que reconocer que la idea es buena porque así la productora no para nunca.
Celebrity, Junior o ?anónimos??, durante el año, Masterchef nos organiza tres ediciones distintas de personas mayores o menores de edad, metidas en los fogones y eso así, en general, pues está muy bien.
El caso es que esta edición de ?celebrity?? me la he visto entera, reconozco que la anterior no, ni me enteré de quiénes participaban pero en este caso los astros o la falta de sueño me llevaron a verla prácticamente entera.
Y llegó la final y ganó un participante que cuando arrancaba el concurso no había hecho ni una tortilla de patata en su casa.
Master Chef olímpica
Saúl Craviotto, dos veces campeón olímpico de piragüismo se tomó su participación en el concurso como un entrenamiento, un aprendizaje, una prueba a superar y ¡vaya si la superó!¡con nota alta!
A mí personalmente que no supiera hacer una tortilla de patata antes de comenzar la edición y que se currara el último menú de la final, más de once veces en su casa hasta que le salió perfecto, me parece un ejemplo a seguir.
Saúl se chupó todas las clases que se les ofrecen a los concursantes fuera de cámara y que algunos de sus compañeros directamente ni pisaron, como le pasó a Pepón Nieto.
Saúl tuvo la presión de aprender contrarreloj aunque también es verdad que lo que no tenía de destreza lo fue aprendiendo pero lo que ya llevaba de serie era el buen gusto a la hora de emplatar y la creatividad a la hora de organizar platos, sabores y menús.
Imagino que encontrarse con un ¿periodista? que le preguntara si creía que su atractivo físico habría podido ser una ayuda para ganar este concurso, tiene que ser de lo más frustrante después de las horas que se ha pasado entre microondas, congeladores y arginatos.
También es verdad que es la típica pregunta a la que las mujeres estamos tristemente acostumbradas y que solo demuestra la poca fe que se tiene en este país en el esfuerzo y el trabajo bien hecho. Sí, eso es machismo se le haga la pregunta a Saúl o a Eva González.
Ha habido momentos memorables gracias a concursantes generosos como Silvia Abril o José Corbacho, hemos sufrido con los accidentes de Edu Soto y de Patricia Montero, hemos llorado con Anabel Alonso y nos hemos agotado con la ansiedad de Bibiana Fernández pero sobre todo y creo que esto es lo mejor, hemos aprendido que lo importante no son las veces que nos caemos sino las que nos levantamos.
El ejemplo de Silvia Abril en ese sentido es magnífico, la expulsaron por hacer mal una bechamel lo que era de justicia y a ella la llenó de rabia. Consiguió volver y disputar la final con Saúl, los dos, mano a mano, dejando su impronta en los platos, en la cocina y sobre todo en la calidad humana que mostraron el uno con la otra y viceversa.
Sí, esta edición me la he visto entera, ya lo veis y aunque no he aprendido a hacer una “escarificación” de esas que ellos hacen cada dos por tres, debo reconocer que me lo he pasado muy bien viéndolo?? lo de la cocina se lo sigo dejando a Sara que es la experta??
Tengo que decir que no soy fan del programa pero esta vez me encantó la selección de gente, por tema de virus y descontrol no pude ver los dos ultimos programas y me ha dado rabia. Buena crónica compañera
Es que Pilar escribe muy bien, y la verdad es que a mi también me gustó la gente que eligieron. Muchas gracias por comentar en esta santa casa. Besotes.
Hola me encanta este programa. SALUDOS
Gracias Antonio.