Hoy os traemos una receta muy sencilla, Puré Verde, sí en casa la crema de espinacas con bechamel la llamamos puré verde, esta receta que hará las delicias hasta de los más peques de la casa pertenece a mi suegra y a los mil y un inventos gastronómicos de una madre por dar de comer verdura a su hijo.
Esta receta como todas, deberéis adaptarla al gusto de vuestra casa, ya que en la nuestra la proporción verde Vs. bechamel gana por varios largos esta última y las cantidades que os pongo son las de casa.
Ingredientes:
6 cucharadas soperas de harina (bien llenas)
2 cucharadas de mantequilla (o margarina)
1 litro de leche (ajustar la cantidad de leche en función de lo espesa que os guste la crema)
1 kg. de espinacas (500 gr. si es de la congelada)
Nuez moscada
2 rodajas de Pan de molde
Sal
Preparación:
Cocemos las espinacas, el tiempo depende de si son frescas o congeladas, cuando estén listas las escurrimos bien asegurándonos que no les queda agua y reservamos, acordaros de ponerle un poco de sal porque sino quedaran muy sosas.
En un cazo alto, este es un truquillo que me enseñaron para hacer bechamel y que no queden grumos, ponemos a derretir la mantequilla, cuando este derretida añadimos la nuez moscada (al gusto) yo pongo como media cucharadita rasa de café, removemos para que se tueste y añadimos la harina removiendo continuamente para que se mezcle con la mantequilla.
Removemos durante unos dos minutos para que la harina se tueste un poquito y comenzamos a añadir la leche poco a poco, yo utilizo unas varillas para remover la mezcla, añadimos toda la leche sin dejar de remover continuamente y bajamos el fuego, seguimos removiendo para que no se pegue y se deshagan todos los grumos que pueda tener (si veis que tenéis muchos grumos coger la batidora y batirlo hasta que desaparezcan), y dejamos hacerse durante unos 15 minutos, siempre removiendo constantemente para que quede homogénea, hasta que la bechamel espese a vuestro gusto, yo la dejo cremosa pero consistente. Cuando esté lista añadimos la sal.
En un recipiente o en un hoya ponemos las espinacas cocidas y añadimos la bechamel, con una batidora batimos bien hasta que el puré quede finito y no tenga cachos de espinacas, probamos para rectificar la sal.
En una tabla cortamos en cuadraditos con un cuchillo de sierra las rodajas de pan de molde y las freímos en una sartén o en una freidora para hacer los crustones.
Para emplatar, ponemos en un bol el puré verde y le añadimos por encima los crustones de pan. También podéis poner un huevo escalfado en el medio del puré para completar el plato, ¡¡¡está delicioso!!!
Truco: para saber si a tu bechamel le falta leche, pruébala si te sabe a harina es que le tiene que echar más leche.
En mi casa es sopa de cocodrilo o de marciano, dependiendo de quien bautice ese día el plato
Jajaja, muy bueno!!!!