El movimiento Slow food (comida lenta) nació en Italia en contraposición a la famosa “gastronomía” americana del Fast food, este movimiento promueve el placer de comer, salvaguardando las tradiciones gastronómicas y los productos locales, incluidos sus métodos de cultivo y producción, un movimiento que busca además la sostenibilidad y la armonía con la naturaleza. Los objetivos o estatutos de esta asociación son:
a) otorgar dignidad cultural a las temáticas relacionadas con la comida y la alimentación;
b) individualizar los productos alimenticios y las modalidades de producción ligados a un territorio, en una óptica de salvaguardia de la biodiversidad, promoviendo su categorización y protección en tanto que bienes culturales;
c) elevar la cultura alimentaria de la ciudadanía y, en particular, de las generaciones más jóvenes, con el objetivo de lograr la plena conciencia del derecho al placer y al gusto;
d) promover la práctica de una calidad de vida distinta, basada en el respeto al ritmo y tiempo naturales, al ambiente y la salud de los consumidores, favoreciendo la fruición de aquellos que representen la máxima expresión cualitativa.
El movimiento Slow, no solo ha llegado únicamente a la mesa, sino que algo tan “abstracto” como la arquitectura y la decoración, con la Slow Life están incluyendo estos conceptos a la hora de proyectar y diseñar viviendas, volviendo al concepto hogar, de forma que nos ayude a aparcar la vida de “carreras” que se nos impone en las empresas, ciudades, etc.
En Spices Cave creemos firmemente en el concepto Slow Life, de echo vivir en un lugar de la Sierra madrileña nos ha aportado esa lentitud que te ayuda a hacer bien las cosas, no solo para nuestra familia, sino también para nuestros clientes.
Para nuestra familia hemos sembrado un huerto maravilloso y vivimos en el campo, en un lugar que para nosotros es increíble, sin las prisas ni la contaminación de una ciudad, para nuestros clientes hemos decidido buscar productos naturales, tratando de que nuestras mezclas no incluyan productos añadidos ni químicos aun que en algunos casos es imposible, buscamos proveedores que nos aseguren que sus productos provienen de pequeños productores y/o de una agricultura sostenible, nuestros productos africanos son un claro ejemplo de esta búsqueda. Siempre buscando productos que yo misma incluiría en mis platos, sino son de calidad es mejor no venderlos.
Otro de los objetivos que siempre hemos tenido es tratar a nuestros clientes como nos gustaría que nos trataran a nosotros, por lo que ponernos en la “piel” de ese cliente siempre es la mejor opción, por eso hacemos las cosas sin prisas, dando las explicaciones que sean necesarias al cliente cuando hay un problema, diciendo siempre la verdad aunque a muchos clientes les sorprenda, y sobre todo haciendo las cosas con mucho cariño y profesionalidad. Por todo esto, muchos de nuestros más de 3.500 clientes son más que clientes amigos que nos tratan como si fuéramos parte de su familia, porque al fin y al cabo nos estamos sentando a sus mesas de alguna manera y esa confianza no se debe traicionar.
Ese es el espíritu Slow Life y Slow food, hacer lo que se debe sin estridencias, sin forzar las cosas, siendo sincero con uno mismo y con los demás, porque si no eres feliz como vas a hacer feliz a los demás.
Nuestro principal objetivo es ser felices y creemos que esto se trasmite a los que nos rodean de una u otra forma, por eso desde aquí os queremos dar unos consejos para llenar vuestras mesas (al menos) de Slow:
- Cocina con tranquilidad, olvídate de las ollas rápidas y las “termomix”, disfruta en la cocina.
- Prepara recetas que te resulten sencillas, eso no significa que no puedan ser elaboradas sino que te sientas cómodo preparándola, NON STRESSSS
- Utiliza productos de temporada, tu mesa y tu bolsillo lo agradecerán
- No desperdicies comida, no desperdicies agua
- Vuelve a los orígenes, la cocina tradicional es sana y deliciosa, pero no dudes en darle un toque moderno
- Planta un huerto, aun que sean unas poquitas hiervas aromáticas, cuando lo mires te sentirás orgulloso y al usar tus propios productos te sentirás feliz
- Disfruta del placer de sentarte a la mesa, no comas de pie, disfruta de comer en familia o con amigos
Bienvenidos al Slow food, bienvenidos a una vida llena de sabor, sin prisas, a tu manera, disfrutando de la vida, de los que te rodean y sobre todo del placer de comer.
Me encanta el movimiento slow en general, y aplicado a la comida en particular,lo descubrí a raíz de leer el libro de Carl Honoré, “El elogio de la lentitud”, me encanta cocinar, intento hacerlo con alimentos de temporada, eso sí, difiero en una cosa, yo uso thermomix y también tengo olla rápida, y no están reñidos con el slow food, las cosas en la thermomix necesitan también su tiempo y vigilancia, y por ejemplo, yo uso la olla rápida para cocer legumbres, porque no me gustan las que vienen ya en botes cocidas. Me encanta tu blog.