Cuando te gusta comer y disfrutas con la buena comida, el buen vino y la buena compañía, lo de la Navidad no es tan chungo. Lo que pasa es que somos de naturaleza quejica y nos pone mucho lo de ir de sufridos y resignados. Uffff, qué pereza cenarse esa pularda que prepara la suegra, […]